miércoles, 14 de septiembre de 2016

AUTE SE NOS ESTA YENDO

Aute se nos esta yendo.
Luis Eduardo Aute, 73 años, poeta, pintor, cantautor, ARTISTA, buen tipo, algo ajado, pero no por los años sino por lo vivido. Lo vivido, si lo medimos, a veces no cabe en la vida.
No sé ni cuantos cuadros habrá pintado, ni las poesías que lleva escritas, pero si las que ha cantado. Tengo todas las que han sido editadas, y alguna efectuada en aquellos encuentros casi casuales con los amigos, en algún local de copas.
De su extensísimo repertorio, no puedo destacar una como favorita, sería inexacto y superficial. Nunca podré responder a la recurrente pregunta de, ¿cuál te gusta más?
“No te desnudes todavía”, “Mira que eres canalla”. ¡No! Me niego a caer en la tentación de hacer una estúpida lista de casi toda su discografía, más de trescientos títulos.
Ahora cuando escribo estas palabras y me tomo un vermú, escucho: …Hay quien afirma que el amor es un milagro…  Lo malo son las noches que mojan mis manos… Aunque todo  ya es nada… no creo que por saber de tu vida… tan terrible es el odio… pero no me hagas caso, lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo.
Todo sentimiento.
Dios, tendría que decretar la inmortalidad para los grandes contadores de emociones, No la inmortalidad en el recuerdo, inmortalidad física, para que los que nos sigan puedan continuar disfrutando del hacer de estos creadores.
Hacen ya, once años que nos vimos frente a frente, que espero que no transcurran más y tomarnos algo en un buen bar.
En la noche, cuando fuimos a cenar, un idiota te hizo por enésima vez “la pregunta”, de los que conocen más bien poco sobre Luis Eduardo Aute, ¿”Al Alba”, la compusiste por los fusilamientos de Burgos? Tú sin cambiar la pose ni peinarte le contestaste: No sé con que sentido la canta Rosa León, yo sólo compuse una canción de amor.
Luis Eduardo, no te vayas todavía, espera un poco más, que queda mucha gente por oírte cantar.
Y si la cosa es grave, que con un par de billetes y una copa, no se pueda solucionar, pues no nos quedará otra que esperar  a vernos en “Albanta”. Las cosas con una oración no se pueden arreglar.
¡Vive!
Yo sé que allí,
allí donde tú dices…
las ciencias no son exactas
porque es eterna la infancia
y el fin no es el fin
porque el tiempo no lleva reloj
en Albanta.


Estrofa de “Albanta”
Luis Eduardo Aute
(1978)





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