Decíamos en nuestro artículo anterior, con el que abríamos
un Índice de problemas que aquejan a nuestra España, que somos indolentes, que
no nos movemos ni viendo la situación económica, que nuestro vecino ya la esta
sufriendo y que a este paso afectará a todos, incluso a nosotros, si es que no
nos afecta ya.
Los últimos informes, cuentan que de 100 euros que ganamos,
36 son para el Estado, lo que supondrá que las cinco primeras nóminas mensuales
serán para Hacienda. Soportamos más impuestos que el tabaco. Impuestos que
junto a una pléyade con diferentes denominaciones, más el I.V.A., que se cobra
absolutamente por todo y que en quién repercute plenamente es en el consumidor
final, sin que desgrave ni lo más mínimo, por lo cual poco nos puede interesar
que nos den factura por todo aquello que tenemos que pagar y ante la célebre amenaza
de algunos profesionales: “Si le doy factura he de cobrarle el I.V.A.” –como si
no lo hubiera integrado ya en el precio –. Esta es una forma fácil de generar
“dinero negro”, que luego se lavará de diferentes formas, como por ejemplo la
compra de loterías premiadas.
Esto se acabaría, con sólo desgravar en la declaración anual
de la renta, el 1% del I.V.A abonado. Todos nos preocuparíamos de no sucumbir a
cantos de sirenas, exigir nuestra factura o nuestro tique, y los que cobran
liquidar con Hacienda lo que realmente les corresponde. A la postre, todos
saldríamos ganando en este país que cuenta ya con doce millones de vecinos bajo
el umbral de la pobreza.
Sin embargo, toda indolencia y la inactividad desaparecen
cuando se tocar ciertos temas, como del que trataremos hoy: los Inmigrantes.
El mayor exponente lo encontramos en los romanís rumanos.
De Rumania y los rumanos, no hace mucho tiempo, apenas
sabíamos cuatro cosas: Que de allí era el Conde Drácula, que era un país
satélite de Rusia… y posiblemente, algunos, que el apellido de uno de sus
presidentes era Ceaucescu. Dictador corrupto, que junto a su esposa, fue
ejecutado en Diciembre de 1989.
Rumania, no es lo que se dice un país viejo, pues obtuvo su
independencia en 1877, que le fue reconocida al año siguiente por la comunidad
internacional.
Los gitanos, ó como son conocidos allí, romanís, sólo
suponen el 2`5% de su población total. Un 2`5% que no se encontrarán ya en
Rumanía, pues deben estar todos Aquí, en España. No obstante Rumania los sigue
manteniendo en sus datos estadísticos. Se me ocurre que se deberá a la
necesidad de tener que ir y venir cada cierto tiempo, por la cuestión del
Permiso de Residencia, que solamente les permite estar una temporada en España
legalmente. De esta forma, seis meses aquí y seis allí, pues casi como el don
de la ubicuidad, su incursión en las dos estadísticas.
En España se conoce la existencia de 895.970, lo que supone
la población más numerosa de inmigrantes, que en total suponen la nada
despreciable cantidad de 5.717.040 –datos del pasado 2012 –
Es de suponer, que de esos casi 900.000, no todos serán romanís,
pero no podemos saber el número de no gitanos –desconozco como se dirá payo en Romaní –, por la simple
razón que la “etnia” no se declara. Ante lo cual se le otorga a los gitanos la
totalidad de la cifra, ya que son estos a los que más se les ve, se hacen notar
y más problemas causa en nuestras ciudades.
Fuentes del Ministerio de Interior Español, declaró que
cerca del 10% de los rumanos que aquí residen, poseen antecedentes policiales.
Pese a que entre ellos existe un considerable numero de criminales, la mayor
parte se dedica a lo que se llama “pequeña delincuencia” –Pequeña pero habitual,
pequeña pero constante, pequeña pero que suma– . Los delitos que suelen cometer
estos inmigrantes son de seis tipos.
El principal se centra en el trafico ilegal de personas,
parejo a este la prostitución. Este “negocio” es el que más rápido les reporta
pingues beneficios a las mafias.
El segundo lugar lo ocupan las estafas bancarias a través de
la clonación de tarjetas de crédito.
Detrás encontramos la mendicidad infantil, disminuidos
psíquicos y adultos.
Delincuencia callejera, muy común en los lugares céntricos y
en especial los más visitados por los turistas.
Asaltos a viviendas sin importarles si hay o no gente en su
interior.
Robos con butrón a joyerías y establecimientos con
mercancías de alto valor económico.
De esos cerca de 90.000, sólo están encarcelados 1.235. Esta
cantidad sin embargo no les supone más que el tercer lugar entre la población
reclusa extranjera en nuestro país. por delante, y con mucha diferencia, se
encuentran los marroquíes con 4.387 reclusos y 1.891 colombianos. Tras los rumanos,
1.103 argelinos.
Estos rumanos no vienen en busca de un trabajo normal, de
los que podemos llamar honrados y legales. No los veremos tras un mostrador de
bar ni de charcutería, en labores agrícolas… Nos lo encontraremos en las
esquinas más concurridas, frente o junto a las puertas de grandes centros
comerciales, mendigando, tocando cualquier instrumento musical, con o sin
cartel, que en un pésimo castellano cuentan sus cuitas.
Son vagos por naturaleza, al igual que su inclinación a
delinquir a cualquier edad.
Estas personas que jamás se integran en sociedad alguna e
impiden que gente y costumbres de fuera, penetren en su circulo. A cambio les
concedemos beneficios como el de la Seguridad Social de manera gratuita. Es
como dar de comer a quien te muerde la mano. Entre romanís y magrebíes, de los
que nos esta llegando lo mas malo de sus pueblos y lo peor de cada casa, están
acabando con la seguridad en nuestras calles.
Gente, que ya no sólo se limita a venir en pateras, también
asaltan nuestras fronteras con violencia y destruyendo todo aquello que les
impide lograr su objetivo. Lo demuestran los múltiples asaltos sufridos por las
vallas fronterizas de Ceuta. Si esto no es una invasión al estilo de “La Marcha
Verde” –tras la que España abandonó vergonzosamente el Sahara Occidental –
¿Cómo tenemos que llamarlo?
Gente que no reporta nada positivo, todo lo contrario pues
están siendo los mayores responsables de que a España le esté desapareciendo el
marchamo de “país seguro”, están atemorizando a una de las mayores fuentes de
ingresos, con todas las modalidades de robo. El turista se lo piensa ante el
riesgo, y no olvidemos que los más importante de un “viajero” es la memoria de
lo visto y lo vivido, luego el daño no es a corto plazo. Terminaremos cambiando
de uso los hoteles reciclándolos en cárceles.
Un daño y un costo más, estén libres o en prisión, unido a
los muchos que tenemos manteniendo a políticos, sindicalistas…
Se volverán a cobrar las pagas extraordinarias, pero serán
la únicas que nos abonen en todo el año.
Los romanís no
suponen un problema solamente para España, otros países lo comparten, como
Francia e Italia. El Reino Unido ya estudia medidas para evitar la entrada en
sus territorios de estos “ciudadanos”, cuando el Uno de Enero del próximo dos
mil catorce sea levantada la restricción, que desde hace siete años, ha
impedido a Rumanos y Búlgaros la libertad de instalarse en cualquier país de la
Unión Europea.
Medidas como la deportación, si en el plazo de seis meses no
encuentran trabajo. Demostrar a su llegada, que tienen el dinero suficiente
para mantenerse durante seis meses o poseer un seguro médico privado.
Francia también ha tomado posiciones al respecto,
oponiéndose a que rumanos y búlgaros, el primero de Enero, puedan acceder a la
libre circulación. La razón que han esgrimido, con la que están de total
acuerdo Holanda y Alemania, es que ni Rumania ni Bulgaria se encuentran
capacitadas para el control de sus fronteras exteriores con Turquía, Ucrania y
Mar Negro.
Constituyen el mayor problema los gitanos. En palabras de
Ministro del Interior galo, Manuel Valls: “Los campamentos ilegales de romanís
crean dificultades sociales y hay niños que roban”.
¿Buscamos soluciones? ¿Ponemos la otra mejilla? O… ¿nos
exiliamos a otro país donde podamos tumbarnos al sol en la playa y en bicicleta
perseguir a Manuela. Tal y como cantaba Alberto Cortez? ¡Ah! claro, eso sólo
puede ocurrir Aquí y desgraciadamente
somos y estamos Aquí.
IMPUESTOS IMPUESTOS IMPUESTOS
Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
Impuesto sobre el patrimonio.
Impuesto sobre sociedades.
Impuesto sobre el valor añadido (IVA).
Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados
Impuesto sobre sucesiones y donaciones.
Impuestos sobre determinados medios de transporte.
Impuesto sobre seguros
Impuestos municipales (IAE entre otros).
Mendigo, con problemas de salud mental a la puerta de un supermercado |
Por favor antes de hacer estadisticas es mejor documentarse bien sobre la historia de Rumania,y la situacion de los emigrantes rumanos en España dado que muchos epañoles desconocen muchas cosas sobre este pais,sera la unica verdad que hay en este articulo.Gracias
ResponderEliminar