ESPAÑA
Índice de problemas para solucionar en los bares
Quiero, quisiera escribir sobre los problemas de España. Sí,
así, de España, como si no fueran nuestros. Sin que lleguen a ser una completa
lista, sin tratarlos a fondo, algo con muchos datos y letras nos aburre. Una
cosa somera, lo suficiente para enterarse. Por otro lado, lo haremos en varias
entregas, no queremos empacharnos, ni que nos lleve demasiado tiempo su
lectura, que no reste tiempo del que le dedicamos a jugar al “Candy Crush”.
Hacerlo como se hace en la cafetería, a la hora del café de
media mañana: con cierta premura y entre chiste y chiste. Eso sí, con toda su
hiel, ó un poco más por aquello de la manía que tiene, que tenemos de aumentar
las cosas. Esa es la fama, por otro lado interesada, no somos más que el
populacho, siempre sacando las cosas de su sitio, aumentándolas, ¿qué vamos a
saber de las altas preocupaciones de “Ellos”?
“Ellos”, los que gobiernan, tras haber logrado la plaza de
político con mando, tras superar la dura “carrera” de la campaña electoral.
Este es sin duda un buen tema para nuestro Índice: ¿Quiénes
nos gobiernan, qué meritos tienen en sus currículo para ello y como nos
gobiernan? No estaría de más solicitarles un “Certificado de Penales”
Para mí, que eso de la ideología de Izquierda y Derecha, ha
quedado tan obsoleto como los tocadiscos. Todos responden al mismo mugido y
maman de la misma teta. Su obsesión es tener una parcela ó… aún cuando sólo sea
una parcelita en la que poder mandar, la cosa es tener su silla más alta que la
de los “entes cuatrienales”. Nosotros, la masa, a la que también podemos
denominar, denominarnos “entes voteadores”, que por forma de gobierno hemos
elegido y aguantamos, la “Dictamocracia” que no es otra cosa que poder elegir
cada cuatro años a los dictadores que nos van a gobernar y pueden, ¡lo harán!
“de su capa y la tuya un sayo”, solamente nos queda darnos con el puño en el
pecho y entonar el “mea culpa”. Ahí los tienes, con crisis pertinaz, parados en
un porcentaje vergonzoso, desahucios, desalojos, bajada de salarios, supresión
de pagas extraordinarias…, aún no se les ha oído decir, sólo decir: “Nos
bajaremos los sueldos al nivel del funcionariado y recortaremos el número de
políticos, dependientes de las distintas administraciones. ¡No! Todo lo
contrario, van con todo descaro y suben las subvenciones a los partidos políticos. Algo que no
debería existir, porque razón he de pagar a un partido que hasta me cae gordo.
Que se busquen la vida, como hacen en otros países
Por esta afrenta , por este desmán impune no se han oído las
voces de Rubalcaba ni la de Rosa Diez…, ni tampoco la de algún
sindicalista
Aquí, a parte de las Elecciones Generales y otra más, como
las Europeas, que mejor pasar de ellas, porque para colocar a uno como Almunia
–caso devolución de subvenciones –, mejor es no estar representados.
Sin embargo no convocarán un plebiscito, para saber que
queremos: República o Monarquía. “Ellos” se la encontraron puesta, tal como
quiso el viejo general, que de atar
y anudar sabía lo suyo, para qué preguntar, mejor dejarlo como estaba,
no fuere que la gente se cabreara y encontrarse otro 36.
“El gobierno del pueblo para el pueblo”, se les llenó la
boca con palabrería, gobierno del pueblo… Lo único cierto del eslogan, es que
los políticos que nos gobiernan son de pueblo, algunos también de ciudad,
ninguno de ellos es un ser divino ni un ángel ni extraterrestre ni tiene superpoderes.
No ocurre lo mismo con los “Reyes Democráticos”– dedicación
esta, la de la Democracia, que deben practicar en la más estricta intimidad, en
familia, que por poner algún ejemplo, están de acuerdo por mayoría absoluta que
al Rey lo suceda su primogénito, el Príncipe –, ellos provienen de países,
extranjeros para más exactitud y
diferenciación. Y algo de divinos si que tienen, pues hay quien afirma que
todas las casas reales provienen de los merovingios – no aquí no entra el Real
Madrid ni Florentino Pérez, Ronaldo tampoco – y según cuentan los que pueden
contar estas cosas, sin temor al escarnio de la gleba, estos merovingios,
franceses ellos, estaban emparentados directamente con Jesucristo. Por el
asunto ese con María Magdalena y tal.
Dejémonos de prólogos e introducciones, ya dijimos que
íbamos a ser concisos y nos hemos enrollado con esto de los políticos. ¡Por
cierto! El problema de “generalizar”, conlleva esto, hace parecer que todos son
iguales, pero sería injusto cerrar estos párrafos sin decir, aunque parezca
obvio o de pero grullo: Hay grandes hombres que también son políticos, que
lucharon desinteresadamente según sus ideales por el bienestar de la sociedad
en general, gastando mucho tiempo de sus vidas y familias. Yo conozco a un buen
número de ellos, pero ocurre que ya no se dedican a la política activa.
Mas vayamos a lo que nos trajo hasta aquí, el índice de
problemas.
¿Por donde comienzo? Asuntos hay suficientes. ¿Comienzo por
Andalucía, con los Ere, la lacra de Gibraltar, las facturas de los ágapes de la
UGT a costa del dinero público?
Pero esto será durante el próximo café. Siento que en esta
ocasión se nos fuera el tiempo hablando de Política y políticos, sin tocar
ningún problema, tal y como pretendíamos al comienzo.
No, no me equivoco, no hemos hablado de ningún problema, los
políticos no son un problema. Los políticos son el problema.
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