CANCIÓN TRISTE DE CARNAVAL
Hay ocasiones, momentos, ratos, días… en los que se hace muy
difícil escribir, sobre el tema requerido.
Ya he perdido la cuenta de las hojas de papel, que tras
hacer la típica bola, deposité en la papelera, que ya no puede albergar a
ninguna más.
Hoy es uno de esos días. Mi pretensión es redactar algo para
esta revista de Carnaval, como por ejemplo una de esas narraciones “Histérica –
Suprarealística cotidiana”, o bien algo más normal, pero trillado como los “comienzos”,
los “pioneros”. Aquellos José Manuel Villafaina,. Fernando León…, en aquél
retrasado y “atejerado” Primer Carnaval
Yo no estaba entre los disfrazados. Recuerdos repletos de nombres, Tony
Cansino q.e.d., José María Pagador, Alberto González, Miguel Celdrán…
Nada para el Carnaval, me pesa mucho más, la crisis que no
cesa, el paro, la insultante subida de las pensiones, la doble vara de medir,
que desde la Edad Media, existe en este País, la corrupción descarada…
Ó lo incómodo que termina resultando, el sofá de espera de
la Concejalía de Cultura.
Pero… estas no son todas las cosas que me molestan y
reclaman toda mi atención, la lista es larga desgraciadamente y vuelve a unirse
a ella, un atentado cobarde, como un tiro en la espalda. Locos, desagradecidos,
intolerantes, cavernarios, ASESINOS.
Bárbaros, que no dudan en cortarte la cabeza de un tajo ó
facilitarle una pistola a un niño para que asesine a un “infiel. Poseen la
desvergüenza de manifestarse, una semana después de la execrable matanza. No
nos temen.
¿Ahora qué? ¿Les dejamos que continúen saltando la valla? ¿Les
decimos que se larguen a su casa? ¿Para qué? Ellos dicen que están en su casa,
que “Ispania” es suya…
Sé que esto no debían ser temas de carnavales, que no sirven
ni para las irónicas letras de las canciones que interpretan las murgas. Ni
tampoco quiero darle la murga con estas cuestiones. Ahora es tiempo de
diversión, unos pocos días para olvidarnos de lo cotidiano y disfrazarse de
cualquier cosa, y por qué no ser otro ó no tan otro…
Ahora es tiempo de ser el que realmente eres, sin que nadie
se alarme. Gótico, rapero, negro, apache, Rita Haywort en “Gilda” ó Robert
Redfor en “El Golpe”. De lo que le de la gana, aprovéchese, dese el gusto, no
tendrá otra oportunidad en todo el año.
¡Catarsis¡
Por eso mejor que deje el negro de las letras y entregue el
resto de las paginas, que iba a usar, a los brillantes colores de las
fotografías, de carnaval por supuesto. Tomadas el último día, el “Martes”, del
año pasado.
En el Carnaval de este año, no estarán de moda, los disfraces
de moros, pero ya verá como algún gilipollas se le ocurre vestirse de
terrorista.
Je ne suis pas Charlie, parce que je ne suis pas mort.
Aún.
Les quedo con las fotos y, sinceramente, le deseo un feliz Carnaval.
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