martes, 16 de octubre de 2012

TERROR/ "NO ABRAS LA PUERTA, NO SALGAS A LA CALLE"


Terror
NO ABRAS LA PUERTA, NO SALGAS DE TU CASA

Cuentos Cotidianos X

Créeme, no es mi deseo asustarte más de lo que estás. Son muchos los delitos que se están cometiendo en tu entorno todos los días:  robos, atracos, violaciones, asesinatos… Te sientes desprotegido, hacen falta más efectivos en las fuerzas de seguridad, las que hay se encuentran defendiendo “intereses más altos”. Es vital que tengas conciencia, de que por muchos artilugios que instales en tu hogar: cámaras de vigilancia, alarmas, cerraduras de  seguridad, incluso una “habitación del pánico” no te va a servir de nada, cuando “Ellos” decidan que te ha tocado a tí.
“Ellos” no van a abrirte ni derribarte la puerta blindada, no harán ningún butron ni entraran por una ventana. No harán el menor esfuerzo para penetrar en tu casa, no necesitan hacerlo.
“Ellos” entraran en tu edificio sin escándalos, sin llamar la atención. Algún vecino descerebrado, pulsará el botón de apertura del portal, porque alguien dijo que era el cartero o el vecino del sexto.
“Ellos” esperaran pacientemente, en la oscuridad de un descansillo de la escalera a salvo de mirillas y cámaras, a que tú salgas o entres ufano en tu domicilio. ¡Entonces!  sin darte tiempo a encender la luz de la escalera, sin tiempo siquiera para un escalofrío, se precipitaran sobre ti, con la rapidez propia de las alimañas, te degollaran y tu propia sangre impedirá que el grito de terror huya de la garganta.
Luego, si así lo desean, desvalijaran tu casa. En ella sólo quedarán tu cuerpo inerte.
“Ellos” no sufren, no tienen compasión. “Ellos” fueron víctimas, ya no sienten.


Halloween se acerca
Este relato sólo es el hueso de la aceituna, que os regalaré en
la noche más negra del añooooooooo.


Por Juan Antonio Rguez Méndez

2 comentarios:

  1. Al poco tiempo, quizás unos cuantos minutos; rígido y frío, abrirás los ojos poco a poco y andarás errante, sin rumbo, con el deseo insaciable de carne humana fresca empapada en sangre… Te habrás convertido en uno de ellos, irremediablemente.

    ResponderEliminar