Cuentos Cotidianos VI
LAS SERPIENTES NO SÓLO SON DEL VERANO
Durante este verano he estado notando una sensación rara.
Creo, que algo semejante o muy parecido, me ocurrió en el año pasado, y si bien
recuerdo… en el anterior.
Es algo… No sé bien como explicarlo. Es… como un
desasosiego, una intranquilidad, pero no, no es muy exacto. Es… ¡Eso es! Como
un vacío, como si me faltara algo en el interior del cuerpo, como cuando notas
que te gustaría comer algo, pero no sabes qué te apetece ó si te apetece algo.
Pero tampoco sabía cual era la causa, hasta que hoy al fin, cuando desayunaba
en la cafetería y ojeaba el periódico, por casualidad, como suelen ocurrir
estos descubrimientos, “la falta” se ha mostrado en toda su magnitud.
Y es que ya nada es como era, todas las modas, los usos y
costumbres, duran un suspiro, todo lo más el tiempo de vida de una Efímera, tan
sólo un día.
Por cierto, hace ya muchos veranos que no veo a esos
insectos, que cuando crío, en las cálidas noches, veía revolotear, en grandes
bandadas, alrededor de las farolas
del puente, y luego caían al asfalto, para no retomar el vuelo nunca más.
Ni efímeras hay ya, quizás se hayan extinguido. No sé, hasta
estos momentos no me había vuelto a acordar de esos insectos. Se olvidan hasta
las tradiciones más atávicas; debe ser el carácter de estos extraños tiempos.
Pues como le contaba, antes de la analepsis, terminando de
leer el periódico, me di cuenta que era más delgado de lo habitual. Miré la
numeración de las páginas y no le faltaba ninguna, ¡traía menos hojas! Claro,
pensé: la vacaciones y la falta de noticias. ¡Eso era! Quitaban páginas en vez
de buscar los típicos temas de relleno, temas que en veranos anteriores vivían
entre las páginas de todos los diarios, era lo que se dio en llamar: “Serpientes
de Verano”. Esto era cubrir las hojas con noticias de hechos extraordinarios y
muy misteriosos, con el fin de
sacar el periódico honrosamente y justificar su precio.
Platillos Volantes, chupa cabras, caras que salían en las
paredes, hombres lobos, big foots, yetis, monstruos de todo tipo:
antidiluvianos, marinos, de río y de lagos… Todo lo relacionado con el “mundo
lóbrego” tenía cabida en los números veraniegos. Porque si fallaban los
alienígenas, se tiraban de historias oscuras y leyendas del pasado: El
Sacamantecas, El Hombre del Saco, “El Jarabo”…
Ahora, todos los meses son más o menos iguales. A penas se
diferencian, todas las estaciones lo mismo: política, fútbol y crónica rosa, y…
marrón, no glasé precisamente.
Los expedientes X los conforman “La Crisis” y los vaticinios
respecto a la próxima reforma o lo que es lo mismo: recorte.
Parece ser que toda la lista de seres extraños se jubiló,
que los extraterrestre han tomado otros rumbos. Lo más parecido a ellos, que
queda por aquí, es la presidenta de Argentina. Aunque a un servidor se le
antoja, que doña Cristina Fernández de Kirchner, intenta copar, con mucha menos
gracia, el puesto del gran Quino. Ya sabemos: Lo que la Naturaleza no da,
Salamanca no presta.
Menos hojas, igual precio… Porque contar “reptiles”, se
pueden contar, hay para contar. Tenemos ahí todo un temazo: el próximo fin del
Mundo, ó al menos el fin de la civilización, tal la conocemos. ¿Cómo ocurrirá?
¿Será a causa de una erupción solar, de proporciones desconocidas? ¿Nos freiremos
todos o los ricos y poderosos se libraran, gracias a esas mansiones blindadas
que se están haciendo bajo tierra? ¿Será la verdadera causa, este despilfarro
en hormigón, tecnología y decoración, de la ruina de la banca, y de la nuestra?
¿Retrocederemos cinco siglos, los que nos libremos de la quema? ¿Qué haremos
sin e-mail, wasapp, iPod, Pad, Phone? ¡Dios mio, el iPhone también! ¿Se morirá
Super Mario BROS?
Y si este no es un buen tema, que en vez de “serpiente” le
parece una culebra de río, este podía se una boa constrictor de verano, cógete
lo que está ocurriendo en Japón: Detectan en Japón mutaciones en mariposas tras el
accidente nuclear de Fukushima.
La
radioactividad causó mutaciones en las mariposas en Japón, después del
accidente nuclear de Fukushima. Lo revelaron investigadores de la Universidad
de Ryukyus en Okinawa.
Los especialistas recolectaron 144 insectos adultos de la
especie Zizzerua maha, dos meses después del "accidente nuclear", en
diez lugares diferentes incluyendo Fukushima.
En las zonas de mayor radiación las mariposas recogidas
tenían alas anormalmente pequeñas y ojos desarrollados en forma irregular. Al
momento del accidente, del 11 de marzo de 2011, las mariposas se encontraban en
estado larval.
El principal investigador de estudio, Joji Otaki, informó que
“se pensaba que los insectos eran muy resistentes a la radiación” por lo que
los resultados del estudio “fueron inesperados”…
Japón, Japón la tierra donde
vivió Gozcilla y sus hijos. Aquellos monstruos que emergieron de un mar contaminado
por la radioactividad, bichos gigantes que tantas veces pisotearon las casas de
la ciudad de Tokio y las que se les pusieran por delante. Criaturas terribles
de toda clase, como los “Silicatos”, unas especie de manta rayas babosas con un
tentáculo, que si te atrapaban, te chupaba todos los fluidos corporales y te
dejaban como una piltrafa. Japón, Japón lugar de grandes agoreros.
En fin, Agosto sólo esta
comenzando a terminar, y ahora comienza la Liga, la copa, la copa de la copa,
la real copa…, con lo cual no veremos ninguna serpiente.
¡Puñetas! Una duda embarga mi
animo: ¿No habrán usado lo del fin del Mundo por no asustar? ¿Será verdad y por
lo tanto no es una serpiente de verano?
Una preocupación más: ¿Y si en
vez del Sol, el “pifostio apocalíptico” lo montan unas una garrapatas japonesas
gigantes, que te chupan la sangre tras arrancarte la cabeza?
No, no creo que la sangre nos
la chupe ninguna garrapata vampiro ni ningún “Silicato” chupostero, ya hay
otros que se dedican a ello, que tampoco son “Serpientes de Verano”.
Lo que esta ocurriendo este
estío, es que los cuentos ya terminaron, y no hay perdices. Pero eso sí, al
menos, intentemos ser felices amigo. Recuérdate, aunque sea mentira y no te lo
creas, que: el dinero no da la felicidad.
Quien no se conforma es
porque no quiere, pero un servidor se quedó un año más sin sus serpientes, con
las que tanto se distrajo en los aburridos días, de aquellos otros veranos.
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